lunes, 14 de abril de 2008

“TELEBASURA”: EL MEJOR LETARGO.

Por. EDGAR

Es irónico; Nadie ve la telebasura, pero lo cagado es que ésta lidera las listas de audiencia. ¿A qué se debe este fenómeno? Probablemente a la crítica de los "intelectuales" que pueblan los medios: periodistas, escritores, artistas... La práctica totalidad de este sector mira con cierto asco a quien ve este tipo de programas. Para no sentirse acomplejado, para no ser "inferior", para aparentar gusto por lo que aquellos llaman "la verdadera cultura", muchos de los que consumen telebasura jamás lo dirían públicamente.

El abismo que se abre así entre los que hacen televisión, los que la ven, y los que la valoran es enorme. La telebasura se ha convertido en un producto cultural más que sin lugar a dudas requiere de un proceso análitico. Despreciar esta tendencia es ignorar la realidad. Por su interés, reproducimos este análisis: "El concepto de telebasura siempre me ha parecido curioso y llamativo. La documentación que se puede encontrar al respecto es interminable: en la red hay manifiestos, enfoques educativos, e incluso análisis filosóficos. Es un tema controvertido y polémico, que levanta posturas muy encontradas allá donde se plantea: aquellos que lo ven critican la "hipocresía" de los que no admiten verla, y muchos intelectuales la denostan de un modo a menudo elitista y un tanto soberbio.
La telebasura existe desde la invención del aparato y la onda satelital y su presencia en la pantalla va aumentando día a día, hasta que terminemos clasificándola (como se hace con la basura de verdad): programas del corazón, series en las que se vende la intimidad de las personas, abusos de la dignidad del ser humano... La telebasura ha dejado de ser la excepción en la pantalla y se ha convertido en la razón de ser y vivir para mucha banda totalmente teledirigida y “teleeducada”… Lo curioso es que nadie la consume.

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