Dessous
Una mirada al ícono de la mujer…
El deseo de mirar, la mirada subjetiva del ojo canival a lo largo de la historia del hombre hacía la mujer como forma, pasión, sexo y deseo. El deseo es prohíbido, ajeno y propio. Lo propio es la paradoja sólo yo sé que es mío, íntimo y profundo.
La mirada es virtual, es una percepción, es ejecutante del ojo y limitada al espacio eléctrico de lo poco que captamos de ella.
La mirada es la alegoría de la mujer histórica penetrada por el hombre puntualmente en todo espacio y en todo tiempo. Es tragedia de amor incauto, es origen de vida, es la seducción del yo mismo.
La mujer en la época actual es la figura espectacular de la nueva marca corporativa nos da la gracia de la acción mimética, le hemos atribuido la función narrativa. La redescripción del cuerpo femenino es metafórico nos rige en nuestros valores sensoriales y axiológicos que hacen que el mundo resulte habitable e inhabitable.
Pero ella siempre es definida por las líneas habitables entre el signo-icono. Icono de doble tarea: comprensión y explicación del valor de vida, icono de miles de representaciones entre: rosa, flaca, gordita, peluda, gorda, sabrosa, terrorista, ángel, razón, corazón, casta, puta y no sé cuantos íconos más del deseo. Ella sabe del sentido de su autoreconocimiento, ella sabe que no sólo es el texto del siglo XX, ella sabe que no sólo es objeto cultural. Ella es lenguaje, analogía de signo lingüístico y de signo icónico. Ella vale porque no es la cosa, de este modo implica una negatividad específica. Para entrar a ella hay que entrar a un vacío a partir del cual debemos empezar a usar signos, iniciar el acto ficticio que inaugura todo juego de deseo y seducción. Combinamos la emisión de la palabra, el goce y la humedad.
Mujer posibilidad de significar la vivencia, la pertenencia a una tradición histórica de la mirada de la primera compresión ontológica del sitio preciso de sentir pasión dentro, en ella, en tí. En tí lectora anónima.
Israel Aldana
The French Playboy, 1980
p.d Gracias a la imagen como interpretación de ella y para mí con mi libro de:
Gilles Néret
Icons: “Dessous Lingerie as Erotic Weapon”
París 2002
Taschen
Una mirada al ícono de la mujer…
El deseo de mirar, la mirada subjetiva del ojo canival a lo largo de la historia del hombre hacía la mujer como forma, pasión, sexo y deseo. El deseo es prohíbido, ajeno y propio. Lo propio es la paradoja sólo yo sé que es mío, íntimo y profundo.
La mirada es virtual, es una percepción, es ejecutante del ojo y limitada al espacio eléctrico de lo poco que captamos de ella.
La mirada es la alegoría de la mujer histórica penetrada por el hombre puntualmente en todo espacio y en todo tiempo. Es tragedia de amor incauto, es origen de vida, es la seducción del yo mismo.
La mujer en la época actual es la figura espectacular de la nueva marca corporativa nos da la gracia de la acción mimética, le hemos atribuido la función narrativa. La redescripción del cuerpo femenino es metafórico nos rige en nuestros valores sensoriales y axiológicos que hacen que el mundo resulte habitable e inhabitable.
Pero ella siempre es definida por las líneas habitables entre el signo-icono. Icono de doble tarea: comprensión y explicación del valor de vida, icono de miles de representaciones entre: rosa, flaca, gordita, peluda, gorda, sabrosa, terrorista, ángel, razón, corazón, casta, puta y no sé cuantos íconos más del deseo. Ella sabe del sentido de su autoreconocimiento, ella sabe que no sólo es el texto del siglo XX, ella sabe que no sólo es objeto cultural. Ella es lenguaje, analogía de signo lingüístico y de signo icónico. Ella vale porque no es la cosa, de este modo implica una negatividad específica. Para entrar a ella hay que entrar a un vacío a partir del cual debemos empezar a usar signos, iniciar el acto ficticio que inaugura todo juego de deseo y seducción. Combinamos la emisión de la palabra, el goce y la humedad.
Mujer posibilidad de significar la vivencia, la pertenencia a una tradición histórica de la mirada de la primera compresión ontológica del sitio preciso de sentir pasión dentro, en ella, en tí. En tí lectora anónima.
Israel Aldana
The French Playboy, 1980
p.d Gracias a la imagen como interpretación de ella y para mí con mi libro de:
Gilles Néret
Icons: “Dessous Lingerie as Erotic Weapon”
París 2002
Taschen
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