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BAILARINAS EXÓTICAS

Un evento muy conocido por todos en la escuela, es nuestra vecina del tercer piso del edificio de enfrente, con su movimiento de cadera y su gusto por ser observada por desconocidos, ¿Ya sabes de quien hablo verdad?; pues bien, la tomo como ejemplo de cómo una persona puede utilizar cualquier recurso para hacerse “publicidad” y difusión; y sabemos que es cierto, digo en su caso ya es famosa en el IMP, pero, ¿Qué sucede cuando esos actos que hacen que más de uno voltee a verte, se trasmiten por medios masivos?, pues lo que va a pasar con cualquier lector que no sepa de la existencia de esta futura bailarina exótica que tenemos en frente, y querrá asomarse para poder verla y comprobar lo que digo, no se preocupen lo hace diario, para los que quieran verla.

Pero hay casos mucho más graves que ese, por alguna extraña razón, el ver cosas aberrantes nos llama la atención, y los emisores de estos mensajes lo saben, porque parece que entre más ridículos se muestren, más atención ganan de nosotros, pues bien, hoy no hablaré de las ya conocidas tigresa del oriente o amapolita, sino de un nuevo programa coreano llamado “Korean Mandes”, donde la gente hace puras tonterías para ser la burla de los demás, pero existe un caso muy particular, de dos coreanas que han causado tal revuelo, que ya las imitan en varias partes del mundo, en bodas y hasta animación tienen, si no lo creen entren al blog a ver la gama de videos que hay sobre ellas; simplemente se volvieron famosas por bailar como estúpidas frente a las cámaras, y ahora hasta gente en nuestro país las imita, ¿ven? Cualquiera puede crearse la fama que quiera y llegar muy lejos como estos casos aberrantes nos lo demuestran, con esto vemos el poder que tiene la comunicación en la sociedad y como los medios de comunicación brindan un alcance inimaginable para cualquier tipo de comunicación e información, la situación aquí sería, ¿Hacia dónde queremos llevar esta comunicación?, ¿Qué queremos que nuestra sociedad consuma visualmente?, ustedes ya tienen la respuesta.

Ahora que si a pesar de analizar que tipo de sociedad tendremos si elegimos seguir mandando a los rincones más lejanos de este planeta este tipo de información, y no nos importa; podríamos hablar con nuestra vecina de enfrente y pedirle que sea nuestro símbolo mexicano de bailes aberrantes, con el que el mundo nos identifique, ¿Quién dijo yo para proponérselo?

Por: Antonio Barrón